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Una de las cosas más difíciles para controlar la contaminación a través de los sistemas de supresión de polvo es anticipar y medir la eficiencia de la misma, escribe Gonzalo Campos Canessa, CEO de TRC, en su artículo de la revista Dry Cargo del mes de mayo.
Su artículo se basa en la metodología que desarrolló TRC para uno de sus clientes, consistió en trabajar en base a:
1.La cantidad de polvo base (Cbg) obtenida al medir la cantidad de polvo ambiental en la vecindad del punto de transferencia seleccionado (transferencia desde el transportador 10E a 10F). Ventilación Sistemas en operación normal, pero con los sistemas de producción de la amoladora unitaria y el sistema de supresión de polvo no funcionan.
2. La cantidad de polvo ambiental total (Cwi) obtenida al medir el polvo ambiental, en el mismo punto que antes. La ventilación y los sistemas de producción del Molino Unitario en funcionamiento normal, pero con los Sistemas de Supresión de Polvo no funcionan.
3. El polvo ambiental restante (Cads) Medido en el mismo punto de transferencia con los sistemas de ventilación, producción y supresión de polvo, todos funcionando normalmente.